Frente a un trastorno del movimiento, siempre se debe indagar en los antecedentes sobre la medicación actual y pasada ya que muchos fármacos de uso cotidiano pueden ser causa del trastorno subyacente.
Los principales son los fármacos responsables son los bloqueadores del receptor de dopamina, entre ellos los neurolépticos típicos, atípicos y antieméticos ampliamente utilizados como la metoclopramida.
Lo trastornos del movimiento se pueden clasificar según su perfil temporal en agudos, subagudos y crónicos. Según su fenomenología en el subtipo de movimiento anormal provocado, y según su etiología en el fármaco responsable. Es imprescindible una alta sospecha clínica asociado a la correlación temporal o el antecedente del uso del medicamento.
Los tratamientos son variados y dependen del tipo de trastorno, pero en todos es fundamental retirar el agente causal o sospechoso.